Objetivos II (¿Y ahora que?)

Decisiones, decisiones. Me cago en las decisiones.
Vale, he conseguido lo que me proponía, he llegado hasta donde quería y blablabla, y lo de aquí y lo de allí, y mira que guay que soy y todo eso. Esto de alcanzar un objetivo es una puñeta…porque a partir de ahí tienes que plantearte otro nuevo (o retomar alguno que tenías por ahí medio olvidado en la recamara de tus neuronas).

Vale, sí, me queda por rescribir los dos primeros relatos del ermitaño antes de corregirlos (por ahora solo hemos corregido el primero del observador…que también voy a rescribir después de haber sido corregido…para volver a re-corregirlo después). Han pasado algo mas de dos años desde que escribí el primero, y algo mas de uno desde que escribí el segundo, y se nota.
Los leo, y no me gustan (bueno, eso es lo normal), pero a parte de no gustarme, veo que están escritos con un estilo muy diferente a los últimos que he escrito, así que voy a tratar de “homogeneizar estilísticamente” (toma ya, que expresión que me he cascado. A ver si cuela, y parece que se de que estoy hablando) todos ellos.
Pero bueno, eso es lo de menos. En cuanto me ponga (que tiene que ser pronto, que ya comienzan a acuciar la vagancia y el conformismo) los tendré acabados en cosa de un par de días poco mas o menos. Lo de las correcciones, al no depender solo de mí, se puede ir dilatando en el tiempo algo más, dependiendo de la disponibilidad de mi “editor asociado” (Zapata), pero mucho hace para lo que le pago, así que, sin prisa (y en serio, muchísimas gracias por tu interés y tu tiempo).

A ver, a lo que íbamos. ¿Qué hago ahora? (el ya clásico “¿que pasa después del y vivieron felices y comieron perdices?”).
Me explico. Los relatos independientes ya están. Así vuelven a estar abiertas todas las opciones que me cerré cuando tomé la decisión de centrarme en ellos, o lo que es lo mismo: Daegon.
Dentro de esta opción, otras tantas más.

- Primero: Escrituras comenzadas. O lo que es lo mismo: Novela y relatos comenzados (todo ello comenzando otra ves desde el principio).
- Segundo: Rescritura del material de trasfondo del mundo.
- Tercero: Retomar la escritura de las crónicas de Daegon (resumen serializado y novelizado de las partidas) que comencé en la lista de correo.
- Cuarto: Retomar la escritura de la historia de Menetia (que me vendría muy bien para la campaña que toca ahora)
- Quinto: Hacer un mapa detallado de Menetia (idem para la partida)
- Sexto: Escribir los relatos que aún no he comenzado, pero que llevan ahí desde antes de comenzar todo esto.
- Séptimo: Comenzar un nuevo relato que esta pugnando con dureza por ser escrito desde hace unos meses (y que no es otra cosa que la campaña que finalicé el año pasado, contada a través de los ojos de uno de los pnjs. Hay un montón de cosas de las que no se llegaron a enterar los jugadores, y que me gustaría contar.

A parte de todo esto, también podría comenzar con la historia que sugieren los relatos que he escrito hasta ahora, y que comenzaría en el momento en el que acaba el último de ellos.

Tanta labor comenzada, y tanto tiempo hasta comenzar a ver un atisbo de lo que puede llegar a ser un resultado.

Por otro lado, se esta tan bien sin hacer nada. Sin imponerte (porque soy yo, no me lo impone nadie más) la tarea de una labor a realizar (más allá del mis ocho horas…y pico, de trabajo diario). Se está tan bien haciendo el vago en tú tiempo libre.

Pero claro. Luego, llega uno, y lee un libro o un comic (últimamente mas lo segundo que lo primero. Mi sequía lectora de libros se prolonga desde hace ya unos cuantos meses. Seguro que la culpa la tiene Robert Jordan y su “Rueda del tiempo”, que peñazo), ve una película y se dice: ¿Esto es lo mejor que nos pueden ofrecer?. Pero si cualquier cosa que se me ocurra a mi es mil veces mejor que esa cosa.
Y claro, uno tiene que demostrarlo con hechos. Las afirmaciones como esa de ahí son gratis, las puede hacer cualquiera, pero no cualquiera puede cumplirlas.
Así que ya estamos otra vez dándole a la tecla pero, con toda esa serie de cosas inacabadas que tengo ¿Con que me meto ahora? ¿Qué tarea estoy capacitado para acometer?, porque después de mi estrepitoso fracaso del año pasado con el relato de Darus, no es cuestión de ponerse ahora farruco y meterse de buenas a primeras con cualquier cosa, sin calibrar antes el esfuerzo que va a suponer, o las probabilidades de cagarla otra vez, y tirar a la basura cinco meses de esfuerzo.

Pues eso. ¿Y ahora que?

Lo sabremos la semana que viene (o eso espero)

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.

Tosko (no verificado)

Hace 18 años 3 meses

Algún dia, amigo mio, veremos esos relatos en letra impresa y fliparemos.
Guarda las dedicatorias para entonces :)